La episiotomía es un corte que se hace en la vagina durante el parto para facilitar la salida del bebé.
Hace muchos años que la evidencia científica no avala el uso rutinario de la misma y que solo debería hacerse por causas referentes al bebé: este necesita nacer de inmediato y su salud se vería afectada si no es así.
Las práctica totalidad de causas maternas que se dan para hacer una episiotomía no son respaldadas por la evidencia científica:
Un corte mejor que un desgarro: No es cierto; es mejor un desgarro que un corte. Si no se interviene de ninguna manera en un parto (no se dirigen los pujos, se deja a la madre total libertad de movimientos y de pujos, no se manipula de ninguna manera el periné…) si se produce algún desgarro -sí, en muchas ocasiones no se produce ninguno- este suele ser pequeño, y apenas sangra por lo que de ser así, no requerirá sutura. Si se produce un desgarro mayor, de segundo grado, se desgarrará por la zona más débil y es más fácil que se eviten roturas de vasos y capilares que habrá que suturar después para conseguir que dejen de sangrar. Podéis hacer el experimento fácilmente: coged una hoja verde de árbol con varios nervios e intentad rasgar la hoja despacio; cuando el corte llegue a un nervio se desviará intentando evitarlo y la raja de la hoja seguirá paralela al nervio. Exactamente lo mismo sucede con un desgarro: cuando cambia la textura del tejido que se está rompiendo, el desgarro irá hacia la zona más débil que es, cómo no, la que menos importa que se desgarre. Ahora corta esa hoja con unas tijeras. El corte sucede exactamente donde lo realizas sin poder evitar males mayores.
Respecto a los desgarros más severos que incluyen el esfínter anal e incluso la mucosa rectal, la evidencia científica no avala a la episiotomía como medio eficaz para evitarlos y muchos de estos desgarros se producen como extensión de una episiotomía (sujeta una tela con ambas manos y aplica toda la tensión que puedas para intentar romperla. Difícil, ¿no? Ahora pide a alguien que haga un corte con una tijera mientras tú ejerces la misma tensión sobre la tela. ¿De qué forma ha sido más fácil rasgar la tela? ¿En cual de las dos ha sido mayor el desgarro?).
Repito: la episiotomía debería realizarse solamente porque el bienestar del bebé corre peligro y no se puede esperar a que se distienda el periné para que nazca. Respecto a las causas maternas, la realización de un fórceps o ventosa puede requerir una episiotomía (no todos). Un periné rígido, una episiotomía anterior, una mutilación genital… en principio no debería ser motivo para realizar una episiotomía y habría que valorar cada caso de forma individual.
En este vídeo, un obstetra le realiza una episiotomía a una mujer que le pide que no se la haga. Le dice que se va a desgarrar hasta el ano si no la hace cuando ni siquiera es el momento correcto para realizarla y el periné no ha comenzado a distenderse. La mujer le pide que no lo haga, le dice que ni siquiera lo han intentado sin ella (y tiene toda la razón, es demasiado pronto para hacerla), y el médico se ofende y le dice que se vaya a su casa, que ese es su trabajo. Al final la hace contra la voluntad de la mujer respaldado por la enfermera y la madre de la mujer que le anima a hacerla sin respetar los deseos de su hija.
Una matrona ha sido denunciada por una mujer a la que le practicó una episiotomía aunque la mujer se tapó la vagina con las manos y le pidió reiteradamente que no le cortase.
¡Basta ya! Ya está bien de profesionales irrespetuosos. De personas que hacen lo que les da la gana en nuestros cuerpos aún diciéndoles que no lo hagan. Tú, seas quien seas, hayas estudiado lo que hayas estudiado y ocupes el cargo que ocupes, no puedes hacer nada en mi cuerpo sin mi consentimiento. Mucho menos si además te estoy diciendo que no lo hagas. Y si lo haces, que sepas que estás cometiendo un delito y espero que caiga en ti todo el peso de la ley.
Debemos saber que podemos negarnos a cualquier intervención que no queramos que se nos realice. Así que si no estás cómoda con algo que se te dice que se te va a hacer, pide explicaciones y más información. Si con la información recibida sigues sin querer que se te haga ese proceso, dilo y si te lo realizan en contra de tu voluntad, denuncia: la ley de autonomía del paciente nos protege y ampara.
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